En los libros y las películas, los viajes en el tiempo son cosa de ciencia-ficción, muy futuristas. Pero lo cierto es que yo creo que es algo que ocurre con mucha frecuencia, al menos a mí me sucede.
Obviamente no logro teletransportarme, pero es curioso como hay determinadas situaciones que me hacen sentir exactamente como me sentía hace 5,10,15 años...
Como por ejemplo, esta mañana, al levantarme para ir a a universidad en el primer día de clase de mi cuarto año, no pude evitar sentirme como cuando mi madre me llevaba al jardín de infancia o cuando olía las páginas de mis nuevos libros. También me llevó a aquellos últimos años en que el colegio era el último sitio que quería pisar,recuerdos menos entrañables.
Pero todas esas sensaciones no pueden hacernos daño, son sólo recuerdos, escenas interpretadas por la persona que éramos entonces. El verdadero problema viene cuando nos creemos que somos esa persona de nuevo, porque es entonces, cuando el recuerdo parece cobrar vida y apoderarse de nosotros. Nos comportamos como si fuéramos aquella versión extinta.
Y digo extinta porque, realmente, ya no somos esa persona. No podemos olvidarnos de los años vividos, de las experiencias, de lo que hemos crecido y madurado. Todo eso nos ha distanciado de aquella antigua versión de nosotros mismos.
Parece un poco enrevesado, pero si he logrado expresarme, seguro que alguna vez os habéis sentido así. A mí antes me pasaba constantemente.
Situaciones que en su momento habían sido un gran drama, las volvía a revivir una y otra vez, aunque a lo mejor ahora si estuviera preparada para afrontarlas. Me hacían volver a ser una niñita asustada que no sabía qué hacer con su
vida y de repente me sentía indefensa, en un momento demasiado grande
para mí.
Antes vivía con mucho sufrimiento mis pequeños "viajes en el tiempo", pero ahora empiezo a creer que realmente me ayuda mucho ponerme en contacto con mi yo pasado, para recordar todo lo que he recorrido hasta la fecha, hacerme ver mis avances.
Y afortunadamente, voy siendo capaz de controlarlo e intento quedarme con la parte bonita de esa sensación de "Flashback" En mi primer día de "cole",concretamente, me quedo con la sensación de todos mis primeros días: miedo, incertidumbre, un poco de temblor en las rodillas pero sobre todo la sensación de que comienza un nuevo capítulo con muchas posibilidades... Y quieras que no, esas sensaciones lo hacen distinto al resto de días... y muy especial.