lunes, 26 de septiembre de 2011

sobre los viajes en el tiempo


 En los libros y las películas, los viajes en el tiempo son cosa de ciencia-ficción, muy futuristas. Pero lo cierto es que yo creo que es algo que ocurre con mucha frecuencia, al menos a mí me sucede. 
Obviamente no logro teletransportarme, pero es curioso como hay determinadas situaciones que me hacen sentir exactamente como me sentía hace 5,10,15 años... 
Como por ejemplo, esta mañana, al levantarme para ir a a universidad en el primer día de clase de mi cuarto año, no pude evitar sentirme como cuando mi madre me llevaba al jardín de infancia o cuando olía las páginas de mis nuevos libros. También me llevó a aquellos últimos años en que el colegio era el último sitio que quería pisar,recuerdos menos entrañables.
Pero todas esas sensaciones no pueden hacernos daño, son sólo recuerdos, escenas interpretadas por la persona que éramos entonces. El verdadero problema viene cuando nos creemos que somos esa persona de nuevo, porque es entonces, cuando el recuerdo parece cobrar vida y apoderarse de nosotros. Nos comportamos como si fuéramos aquella versión extinta.
Y digo extinta porque, realmente, ya no somos esa persona. No podemos olvidarnos de los años vividos, de las experiencias, de lo que hemos crecido y madurado. Todo eso nos ha distanciado de aquella antigua versión de nosotros mismos. 
Parece un poco enrevesado, pero si he logrado expresarme, seguro que alguna vez os habéis sentido así. A mí antes me pasaba constantemente.
Situaciones que en su momento habían sido un gran drama, las volvía a revivir una y otra vez, aunque a lo mejor ahora si estuviera preparada para afrontarlas. Me hacían volver a ser una niñita asustada que no sabía qué hacer con su vida y de repente me sentía indefensa, en un momento demasiado grande para mí.
Antes vivía con mucho sufrimiento mis pequeños "viajes en el tiempo", pero ahora empiezo a creer que realmente me ayuda mucho ponerme en contacto con mi yo pasado, para recordar todo lo que he recorrido hasta la fecha, hacerme ver mis avances. 
Y afortunadamente, voy siendo capaz de controlarlo e intento quedarme con la parte bonita de esa sensación de "Flashback" En mi primer día de "cole",concretamente, me quedo con la sensación de todos mis primeros días: miedo, incertidumbre, un poco de temblor en las rodillas pero sobre todo la sensación de que comienza un nuevo capítulo con muchas posibilidades... Y quieras que no, esas sensaciones lo hacen distinto al resto de días... y muy especial.
 

martes, 20 de septiembre de 2011

I said "Hey Babe, take a walk on the freak side"

A todos los freakys que me rodean y que me hicieron sentirme ogullosa de ser una de ellos.

Lo cierto es que desde pequeña no he sido demasiado "normalita": Leía compulsivamente libros de mitología griega y, entre otros hobbies, me encantaba preguntarle a la gente por las enfermedades y accidentes que habían tenido. Me crié soñando con convertirme en maga e ir a Hogwarts, así que se podría decir, que el hecho de que me volviera bastante freaky era cuestión de tiempo. En aquella época, a la gente le hacían gracia esas cosas y yo estaba a gusto.  
Pero fui creciendo, llegó la adolescencia y empezó a importarme mucho más lo que pensaran los demás sobre mí. Cada vez dudaba más sobre cómo debía comportarme para ser aceptada. Lo guay no era ya que te gustara escribir relatos, o leer libros de mitología y comics. Tenía que ser como las demás chicas, como mis guapas y populares amigas. Todo lo que mi infancia me había enseñado sobre lo bonito que era ser especial se me olvidó y, en un abrir y cerrar de ojos, era exactamente igual al resto. 
Me volví una experta en mimetizarme hasta el punto de creerme realmente mi personaje. Pero en el fondo, siempre me sentí una intrusa, una impostora, aunque nadie lo notara. Y eso me hacía sentirme aún peor por maquillar mi forma de ser, al alimentar la idea de que escondiéndome era como realmente gustaba al resto. 
 Cada vez me sentía menos yo, como si intentara poner mil capas para ocultarme, ocultar mis rarezas, aquellas cosas que a los demás podrían parecerle "poco guays". Me obsesionaba encajar dentro de un personaje y todo lo que se saliera de ese, lo eliminaba. No me daba cuenta de que son precisamente esas cosas que no te esperas las que mas disfrutas de la gente.
El problema es que lo que en un grupo se considera freaky, en otro es lo más normal. Por lo que mis personajes y formas de ser empezaron a amontonarse en el armario, como disfraces de carnaval: era la niña responsable con mi familia, la pijilla con mis súper amigas, la alternativa con mis amigos malotes, la lista en clase...
Aquello era agotador, estaba claro que no podía seguir así eternamente. Sobre todo porque tanto disfrazarme y esconderme me hacía sentir cada vez más vacía.
Justo entonces, en medio de aquel maremagnum de personajes, empecé a fijarme en aquellas personas que me rodeaban y me dí cuenta de algo: todos éramos freakys, todos teníamos rarezas, cosas que se salían de nuestro rol. Cosas como saberse de memoria todos los nombres de los dinosaurios, citar frases de series de TV o ir con un "sombrero de la suerte" a un examen.



Supongo que ahora mismo, muchos os preguntáis: "Bonita historia, y a mí qué?"
Lo cierto es que este post no tiene que ver estrictamente con la terapia o mi enfermedad en sí. Pero recuerdo con cariño el día que empecé a mostrarme al mundo con todo mi frikismo, tal y como yo era. 
Lo gracioso, es que en ese momento de plena vulnerabilidad, me sentí más cómoda que nunca. Por fín podía descansar y guardar todos aquellos disfraces donde debían estar,bajo llave. Me sentía con la libertad de poder hacer lo que quisiera, sin miedo a la reacción de los demás.
Y cuando me dejé llevar, me di cuenta de que todos tenemos cosas que nos pueden parecer raras, pero son esas cosas, entre otras, las que nos hacen especiales. 
Por eso desde aquí os hago una petición: si os apetece, daros una vueltecita por vuestro lado más freak y contadme algo que os haga especiales/ únicos.... FREAKYS, vamos.

Empezaré yo, para que no se diga:
-De pequeña memoricé los nombres de las 6 esposas de Enrique VIII y me sabía sus historias
-He llegado a verme 5 o 6 capítulos de una serie seguidos, a pesar de que era por la noche y tenía clase al día siguiente.
Ahora os toca a vosotros!!!