jueves, 21 de julio de 2011

y por fín llegó el gran día!

"Y entonces te miras al espejo y por fin logras guiñarte un ojo. Todo ha acabado y respiras tranquila"

Esto lo escribí hará unos meses, siempre me ha gustado la idea de ver toda mi evolución como un camino para ser capaz de ser mi amiga, de confiar en mí. De ahí lo de guiñarte un ojo con complicidad.

Bueno... El martes fue mi gran día. La meta que llevaba tanto tiempo deseando y temiendo a partes iguales. Se podría pensar que al haberlo anticipado tanto, no podría llegar a mis expectativas. Pero lo cierto es que me sorprendió tremendamente. 

Durante todo el día me sentía extraña, el mundo seguía igual, los demás pero algo en mí había cambiado y podía sentirlo. Lo cierto es que no cambió aquel día, no sabría deciros el momento exacto porque no creo que haya uno solo. Pero lo cierto es que de repente fui tan consciente de lo lejos que estaba de aquella niña asustada del mundo, de los otros y de sí misma. Me había "hecho mayor", había cambiado muchísimo, aunque lo gracioso es que me sentía, bueno, me siento más yo misma que nunca. Es como si en estos 5 años de terapia, de lucha, me hubiera desecho de las correas, el corsé que me retenía en mi cabeza y que no me dejaba actuar libremente. 
Y ha sido doloroso, ha habido lágrimas, peleas, momentos de agotamiento... Pero no podría haber merecido más la pena. Ahora no es que tenga la vida resuelta, no tenga miedos o días malos, es sólo que tengo la certeza de que lo capaz que soy de enfrentarme a lo que se me ponga por delante. Por fín me siento dueña de mi vida, de mis emociones
Y desde luego sé que no estoy sola (que era mi miedo más profundo) porque si algo me ha demostrado todo este tiempo es que estoy rodeada de gente increíble que se han desvivido por ayudarme, cada uno a su forma y que el martes estaban tan contentos ,o incluso más, que yo. Desde aquí quería darles las gracias de nuevo, porque no me cansaré de decir que de esta enfermedad no se puede salir solo.

Por otro lado, reconozco que despedirme de mis compañeros de grupo fue una de las cosas más duras que he tenido que hacer. Ellos han sido, como ya he dicho alguna vez, mis compañeros de batalla y es raro pensar que no volveré a tenerlos como "compañeros", aunque sí es cierto que me llevo grandes amigos.Amigos que han visto mi faceta más "loca", que me han visto crecer a base de tropezarme, que me demostraron que la gente realmente te llega a querer incluso con esos defectos que te empeñas en ocultar. Y eso es el mejor regalo que me pudieron hacer.
Ahora inicio una nueva etapa, abandono mi nido y me toca más que nunca confiar en mí misma y en lo que he aprendido. No es como imaginaba que sería, como un punto y final, porque ya soy consciente de que la vida está llena de pruebas, pero si es cierto que me siento como si al fin pudiera cerrar, al menos un poco, ese doloroso capítulo de mi vida y respirar. Lo que venga a partir de ahora, quién sabe... 
Pero estoy deseando vivirlo y sobre todo, DISFRUTARLO, ahora que me permito hacerlo.

sábado, 2 de julio de 2011

Something good can work


"Nadie te avisa. Un día tu vida es maravillosa y al día siguiente todo parece deshacerse como la sal. 
Pero ya conoces esto, ya has estado en este mismo punto.Te sientes desfallecer y te preguntas cuantas veces tendrás que empezar esta batalla porque ya estás cansada… Cruzas los dedos porque esta sea la definitiva, aunque en el fondo ni tú misma te lo creas.
 Sabes que aprovechará la más mínima grieta para colarse en tu mente y torturarte con pensamientos e imágenes, que volverás a tener que mirar a la cara a tu parte más oscura y eso te asusta porque, ¿cómo se puede salir de ahí? ¿Cómo librarte del enemigo si este eres tú mismo?


Y te intentas levantar, tienes que hacerlo, no hay espacio para la fatiga ni la debilidad en esta guerra. Es una carrera de fondo, pero de una u otra forma siempre acabas tropezando y eso te frustra tantísimo...
  Pero tienes que hacerlo, debes hacerlo por la promesa de que un día todo eso formará parte del pasado, como esas tantas cosas que ya enterraste en tus recuerdos.
La promesa de que llegará un día en que esa voz de tu cabeza que no te deja nunca ser plenamente feliz se callará para siempre o al menos, tú dejarás de escucharla.
El día en que vivas en el mundo, y no te sientas culpable por cada paso que des, ni tampoco una carga ni una ciudadana de segunda. Y en que creas que mereces algo la pena, a pesar de cagarla y no ser perfecta.
Ese momento en que la soledad deje de aterrorizarte y reconozcas a aquella que te devuelve la mirada desde el otro lado del espejo.
El día en que seas tú, ni buena ni mala, ni guapa ni fea…Sola y puramente tú,todo contradicción y mezclado pero tú, al fin y al cabo.
Pero ¿y si ese día nunca llega? No creo que pueda soportar vivir toda mi vida con todo esto en mi cabeza, necesito creer que tengo algo por lo que luchar, que ese futuro puede existir…"
                                                        (Diarios, escrito el 29 de noviembre de 2009)  
En plena limpieza de ordenador he encontrado esto, una de las miles de cartas que me escribí a mí misma en momentos de bajón. Creo que nunca he escrito más que cuando he estado realmente deprimida, de hecho, ha sido un gran reto ponerme a escribir simplemente por placer. 
Escribir había sido siempre mi via de escape, unas veces lo hacía por desahogarme y otras veces, como en este caso para darme fuerzas cuando creía que no podía más. 
Reconozco que no pude evitar emocionarme al leerlo, al sentir de nuevo la desesperación del que lleva mucho tiempo encerrado, caminando entre sombras y que siente que no volverá a ver el sol. 
Pensar lo poquito que ha pasado y lo muchísimo que parece que me separa de esa chica asustada y abatida que escribió esto, lo muchísimo que ha cambiado todo. 
Por eso no puedo terminar sin decirme, decirle a esa yo del pasado, que ese futuro es ya una realidad y darle las gracias por creer que era posible, aunque le resultara difícil en momentos como aquel.
 Y ahora la canción que da título al post, una de mis favoritas y con la que me siento muy identificada en este momento (la pongo con letra, porque si no hay partes que no se entienden)