"No se cual es la clave del éxito, pero la clave del fracaso es intentar agradar a todo el mundo"
Bill Cosby
Hace poco estuvimos estudiando en mi clase los trastornos de la conducta alimentaria(como ya comenté, estudio psicología). Lo cierto es que fue extraño y a la vez muy duro, sentarme con mis compañeros y amigos, a ver parte de mi vida y de mis sufrimientos pasar en forma de presentación de power point. Y lo cierto es que es curioso, hasta qué punto cosas que creía que eran sólo mías, parte de mi carácter, resultaron ser un síntoma más (o un rasgo que me hacía más vulnerable que el resto). Esto ya me había pasado al entrar en la terapia de grupo, y creo que es una de las mejores cosas de ello, te das cuenta de que no eres ni tan especial como creías ni el primero en pasar por esta enfermedad.
Pero en clase fue mucho más extraño, porque es otro ambiente y además mis compañeros de universidad no han vivido mis épocas más "típicas del trastorno" como los atracones, las dietas imposibles y todo eso. Por lo que debo reconocer, que me dió un poco de vergüenza encontrarme tan expuesta, como si me estuvieran diseccionando en la pizarra para que todos pudieran ver mis miedos y sentimientos más profundos convertidos en gráficos y estadísticas.
Una de las cosas que más me llamó la atención, por creerlo una cosa mía, fue que en el perfil psicológico, sobre todo en las anoréxicas, aparecía que entre sus rasgos está el "ser una niña buena, que quiere agradar a todos". Creo que no me puedo sentir más identificada con la definición, ya que se podría decir que me he pasado toda mi vida buscando desesperadamente la forma de gustar a todos con la esperanza de que, al verme reflejada en sus ojos, por fin me gustara a mí misma.
Y es realmente agotador intentar gustar a todos, porque al final terminas convirtiéndote en un espejo que refleja lo que crees que la otra persona quiere ver en tí. Te inventas mil personajes y entre tantos disfraces, es muy fácil sentir que has perdido tu identidad, sentir que no eres más que un sinfin de caretas sin nada realmente que tapar.
Te armas de recursos para agradar a todo el mundo: intentar nunca dar tu opinión, estar siempre impecable, evitar los conflictos aún rebajándote... Recuerdo una anécdota curiosa que ejemplifica hasta qué extremos absurdos pude llegar:
En 5º de primaria (como veis, no miento al decir que llevo toda mi vida haciendo lo mismo) estaba en la fila del comedor con una amiga y me preguntó si me gustaba la lasaña, yo en un principio le dije que sí, pero al ver que a ella no le gustaba, cambié mi opinión y le dije que no, que no me gustaba nada. Como si el hecho de que no nos gustara la lasaña nos fuera a unir más...
Este ejemplo también hace ver que la gente, con el tiempo, acaba notando algo raro en tí y puede hasta desconfiar de tantos cambios, siente que estás al lado suyo, pero protegida por un muro. Siempre me había llamado la atención las relaciones que desde pequeña había tenido, porque nunca sentí que terminara de encajar con la gente, me llevaba bien con todos, pero no tenía una verdadera relación.
Con el tiempo, me he ido dando cuenta de que son los momentos en los que discutes, cometes un error o se ríen a tu costa, los que hacen que realmente te sientas cercano a los demás y ellos a tí. Porque en el fondo, ni yo ni nadie podemos ser siempre "niños buenos", es un personaje insostenible y que además hace que te pases más tiempo pensando en nuevas estrategias que en cuidar de las personas que te rodean.
Así que supongo que la frase de Bill Cosby es una verdad como un templo, porque cuando intentas agradar a todos terminas por ni siquiera agradarte a tí mismo.
Me siento tan identificada con la frase "me he pasado toda mi vida buscando desesperadamente la forma de gustar a todos con la esperanza de que, al verme reflejada en sus ojos, por fin me gustara a mí misma" que me da miedo pensar que mis dietas eternas no sean mas que un trastorno de conducta alimentaria enmascarado. Media vida era damasiado flaca y la otra demasiado gorda y de vez en cuando me veo reflejada en un escaparate y me sorprendo de verme bien, ni gorda ni flaca, como si no fuera yo la de la imagen.
ResponderEliminarEsto está en la base de la mayor parte del sufrimiento humano. Al menos, según la TREC (lo poco de psicología que sé). Ánimo!!!!
ResponderEliminarLo bueno es que... hagas lo que hagas, siempre serás perfecta para dos personas...
ResponderEliminarPapi
siempre me gusta que reflexioneis y sobre todo me honra muchísimo que os abrais (como la primera anónima), me parece muy bonito y valiente.
ResponderEliminarEn cuanto a mi padre, qué decir!!! jajaja
Un besito enorme,
Butterfly
Enhorabuena por el post, te felicito. A partir de ahora te sigo!
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